Si acostumbras a viajar con tu familia, en muchas ocasiones utilizaréis el coche familiar para ir a la playa en verano o de puente un fin de semana, pero hay ocasiones en las que no hay más remedio que coger un avión, con los gastos e inconvenientes que ello conlleva. Es cierto que para ir a Nueva York, no te queda otra, pero ¿has pensado lo que supone 8 horas de avión con niños? En este post te explico cómo lo hago yo y las recomendaciones que debes tener presente para viajar con niños en avión sin estrés.
Lo primero que debes tener en cuenta es que para ellos es algo totalmente nuevo, si nunca han volado, y por tanto estarán muy contentos de coger un avión. Esa es la teoría, la práctica es bien diferente ya que ese día comenzará muy temprano para ellos y es probable que ya se levanten algo torcidos.
La historia ya empieza con las maletas
Y es que nuestros hijos no entienden que no pueden llevarlo todo. Que el osito de peluche de 2 metros que tienen en la habitación no es posible meterlo en el avión. Tampoco los tropecientosmil juguetes, ni la colchoneta para la piscina del hotel, ni siquiera el patinete eléctrico. Son artilugios que deben dejar en casa y esto…no se lleva nada bien. Con lo que, prepárate porque el día antes ya vas a tener una buena ración de estrés.
El día del vuelo por la mañana, comienza muy movido, piensa que no es sólo coger el avión, debéis llegar al aeropuerto, coge taxi o coche, mételo todo, sillas para el coche y cuando te das cuenta llevas una hora cargando trastos y cacharros. No puedes más…prepárate. Esto se multiplica por tres si los niños son pequeños y tienes más de uno. No hablemos si uno es bebé y el otro no: Carro, capazo, silla, cambiador, leche, biberones, ropa, etc…Sí, ya se lo que estás pensando. Se te están quitando las ganas de viajar con niños en avión.

Al final es una cuestión de organización y de mirarlo todo con tiempo, por ejemplo Vueling tiene mostradores especiales para familias, embarco preferente e incluso a mí me han llegado a facturar todo gratis en bodega por ir con niños. Eso, o que nos vieron con tal cara de desesperación y estrés que decidieron tener un detalle con una madre chiflada.
Otras compañías, directamente pasan de este tema y les da exactamente igual la logística que tiene una familia para viajar con niños en avión. Sean pequeños, grandes…
Piensas que al llegar al avión todo se acaba
Pero la película de terror acaba de empezar. Si tienes un viaje corto de aproximadamente hora y media, puedes gestionarlo de mejor o peor manera, pero como tengas uno de 8 horas por delante…ya puedes llevar cien petacas de batería para cargar el iPad, porque vas a llegar con 10 kilos menos de peso y unos cuantos años menos de vida.
Ya para empezar, el pasillo es muy estrecho y ellos no caminan, por tanto, para gestionar a dos y maletas de cabina es directamente imposible. Busca los asientos, encuéntralos y mete a toda la tropa allí. No paran ni un minuto, todo lo tocan y cuando te das cuenta no están en su asiento. Eso, si tienes la suerte de que no les de por empezar a llorar y entonces todo el avión se queda mirando como si no hubieran visto a un niño llorar en su vida. Incluso me miran a mí, con la cara torcida cómo si tuviese yo la culpa de todo. Esto es algo que me parece fatal, porque realmente yo también quiero que deje de llorar, que esté tranquilo y que disfrute del viaje mientras come unos gusanitos y ve unos dibujos de Peppa Pig, pero…la realidad es bien distinta y parece como que nadie te entiende. Nadie que no tenga niños claro. Lo siento señores, pero estamos en un avión, el niño está nervioso, es pequeño y es su primer viaje. Si quieren, vayan en preferente, no te digo…A mí ya me empiezan a entrar unos sudores, un calor por el cuerpo y un cabreo que no es normal.
Lo que yo hago es llevarles chuches, gusanillos o incluso regalos para que los abran y jueguen con ellos durante el vuelo. Lo normal es que no hagan caso de nada y ya estén nerviosos por el ruido del motor y el despegue. Pero generalmente suelen relajarse al rato y parece que empiezas a descansar algo. Ya te adelanto que aquellas siestas que te echabas cuando viajabas en avión, tras leer un par de horas de tu libro favorito o ver alguna serie en el iPad puedes ir olvidándolas.
Lo normal es que durante el viaje le duelan o le piten los oídos y quieran dormirse pero no puedan. Tendrás que esforzarte al máximo para poder viajar con niños en avión relajadamente. Así que asúmelo cuanto antes, vas a llegar muy agotada al destino, luego llega al hotel, descargado todo, cuadra horarios de comida, cena, jet lag etc.
Mi consejo es: Paciencia, paciencia y más paciencia. O si no, te echas a dormir y que se arregle papi jajaja 😀
Tu opinión
¿Cómo han sido tus viajes en avión con los niños? ¿Has tenido la suerte de disfrutar de una relaxing taza de café o estabas deseando bajarte de ese cacharro infernal?
Un besito,
Cris Rodríguez
– Mami fundadora y creativa de la firma de ropa para bebé hecha a mano capotinas.com –

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