Aquí estamos, haciéndolo lo mejor que podemos y aprendiendo cada día a ser papás. No es nada fácil y quien diga lo contrario miente. Ser padres y criar un hijo es muy complejo, por algo muy simple y sencillo, porque nadie nos ha enseñado. Lo reconozco, estamos un poco asustados, nos da miedo lastimarle sin querer porque ¡es tan pequeño! apenas tiene unos días y toca baño. El primer baño del bebé.
No os vamos a engañar, estábamos súper nerviosos y con mucho miedo. Porque todavía estáis haciéndoos a la idea de que sois padres y lleváis varios días en tensión, descansando poco y quizá durmiendo mal. Es totalmente normal, también puedo decirte que esto solo sucede en su primer baño. A partir de hoy, todo será mucho más fácil. Mucho más sencillo y todo irá rodado.
Los preparativos
Pues aquí optamos por lo sencillo, cogimos los trastos y un martes por la tarde nos fuimos a IKEA (bendito IKEA). Tras merendar unas tortitas bien llenas de nata, entramos carro en mano a quemar la tarjeta. Dando vueltas por la tienda, descubrimos ¡una bañera para bebés! esto es justo lo que necesitamos. Es una bañera de plástico, color blanca y verde. No es que sea muy bonita, la verdad, pero es muy funcional. La utilizamos para bañar a nuestro bebé y su primer baño fue en la cocina. Si, si, como lo oyes. En la cocina.
Además de la bañera de IKEA, compramos un termómetro de agua con forma de tortuga, una esponja muy suave y por supuesto, champú y gel Johnson’s baby. Lo primero, fue llenar la bañera con un palmo de agua tibia. Ni muy fría ni muy caliente, recuerda que los bebés recién nacidos son muy sensibles a la temperatura y puede molestarle. Después unas gotitas de gel y ¡al agua patos!
Cómo bañar a mi bebé
Esta es la tarea más complicada y compleja que hice en toda mi vida. Le quitamos el pijamita y el body con muchísimo cuidado y pensamos: “madre mía que cosa tan pequeña…” recuerdo que aún nos temblaban las manos, solo de pensarlo. Pues bien, el bebé se lo pasó genial. Nosotros no tanto, jeje.
Si es cierto que al principio lloró un poquitín, pero nada, en cuanto empezó a chapotear con las piernas pudimos comprobar que estaba pasándoselo genial. Es importante tener especial cuidado y ser muy meticuloso con la limpieza de la pinza del ombligo. No te preocupes, a los pocos días se le secará y caerá por sí sola. Sin ningún tipo de daño para tu bebé.
Un truco para cogerle es pasarle el brazo por su espalda agarrándole el culete y teniendo su cabecita siempre apoyada en tu antebrazo. Con la otra mano puedes enjabonarle mientras le das mimos y caricias. Tras unos minutos de disfrute y chapoteos, toca la hora de secarse, vestirse, bibi y para la cama.
Ya ha pasado, por fin, lo habéis sufrido pero ya está. Nosotros optamos por no bañar al bebé todos los días, sino mas bien uno si y uno no. Tampoco abusamos de cremitas hidratantes, ni colonias porque su piel es muy delicada. Y al final, no hay colonia que supere el mejor olor del mundo: el olor a bebé…
Accesorios de aseo y baño
Además de la bañera, compramos en IKEA un orinal y un reductor para el water a juego. Lo dicho, no son bonitos pero si muy prácticos. Todavía es muy pequeño para utilizarlo pero a buen seguro en unos pocos meses les dará uso.
En cuanto a los peines, hemos optado por comprarle un peine blando. Cierto es que parece de juguete, es muy suave y apenas toca la cabeza del bebé. Recuerda que aún está cerrándose y hay que tener mucho cuidado con la fontanela. Por eso decidimos no correr riesgos. Y la verdad sea dicha, queda muy bien peinado.
Otro accesorio muy útil son las capas de ducha, esas toallas con capucha que envuelven al bebé por completo para que no coja frío. Por supuesto, como no podía ser menos, le encargamos a Mamá Capotinas un juego completo de tres toallas personalizadas con su nombre hechas a mano. Aunque si vas a tener tu bebé en invierno quizá sea aconsejable una estufa portátil, las típicas pequeñas que se enchufan para que no se escape el calor en el baño. Las de toda la vida.
Por supuesto, eso de secarle el pelo con el secador ni pensarlo. Hasta que no crezca un poco más ni nos lo planteamos. Por ahora, con mucha delicadeza con una toalla bien mullidita nos sirve. Eso si, siempre lavada en coladas separadas y con detergentes especiales para pieles sensibles.
¿Cómo fue tu experiencia con el primer baño del bebé?
Cris Rodríguez
– Mami fundadora y creativa de la firma de ropa para bebé hecha a mano capotinas.com –

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