La navidad es una época maravillosa por la ilusión con que se vive y si es con niños en casa, más. Pero si tuvieran que elegir un día de toda la navidad, sin duda, los más pequeños elegirían el día de reyes.
Hoy día 5 de enero, es un día muy especial porque es la cabalgata, verán a los reyes y cuando se vayan a la cama estarán super nerviosos pensando si traerán el tren de Thomas, la bici que habían pedido o el disfraz de Ladybug. Mañana, día de reyes, más bien es un día de locos para todos, porque comienzas un maratón de regalos que creo no es normal. Por lo menos en mi caso, creo que nos estamos pasando con los reyes.
Desde muy temprano, porque ellos no aguantan más en la cama, comienzas abriendo regalos. Primero, rápidamente, corren debajo del árbol a ver cuántos regalos han dejado. Los primeros 3 los abren muy contentos, con mucha ilusión e incluso juegan con ellos, pero a partir del tercero la cosa cambia.
¿Por qué?
Te das cuenta de que “se te ha ido la mano”, cuando ves toda esa montaña de regalos para todos, no sólo con ellos, sino con papá, la tía, los abuelos…A mí me pasa porque comienzo a comprarlos muy pronto, con un mes de antelación y esto supone que cuando llega el día de reyes no me acuerdo ni de lo que hay. Porque obviamente, están escondidos. Hago reflexión y me doy cuenta de que cuando era pequeña, esto era bien distinto. Ya incluso los niños eran distintos, pedías a los reyes 1 único regalo o quizá 2, pero sabiendo que era altamente improbable que los Reyes Magos trajeran los dos.
Hoy en día, los niños, y mis hijos también, piden cientos de regalos. Están hipermotivados y saturados de impactos publicitarios ya sea en Youtube, la TV, canales de dibujos, por la calle, en los centros comerciales o incluso mediante los catálogos. Esto es lo que hace que “todo lo quieran”. Yo me doy cuenta, incluso, de que pide juguetes que no existen en España y es por el ¡dichoso Youtube! Una locura, lo que yo os digo, se nos está yendo de las manos.
Cuando “se acaban” los regalos en casa, toca vestirse para ir a casa de los abuelos, de los tíos, etc. y ver todo lo que han traído. Yo ya he perdido la cuenta y vamos…por más de 10 regalos ¿Sabéis el resultado? Que al final los niños ya no filtran ni diferencian, solamente están con ese subidón de nervios por abrir, abrir y abrir que realmente no saben lo que les han traído. En mi opinión, no es sano que un niño tenga 10, 15 ó 20 regalos. Me parece una exageración, porque incluso si yo los tuviera, me pasaría lo mismo que a ellos.

El extraño fenómeno del papel de regalo
Seguramente te habrá pasado, sobretodo cuando son muy bebés, que se les inunda de regalos y ellos juegan con las cosas más sencillas como por ejemplo el papel de regalo o un cartón que viene dentro de la caja. Para el regalo en sí, ni miran.
Cuando son mas mayores, abren sin sentido, tanto que devoran el papel, no saben si es de Mickey o si tiene un estampado con las Azúcar Moreno, les da igual. Sólo quieren abrir, ver y después, otro. Y otro. Y otro. Cuando llega el final del día y empiezan a volver a la realidad, están que no se aguantan y si les preguntas qué regalo ha sido el que más les ha gustado, ¡tienen que pensarlo!
Nos estamos pasando con los reyes, y yo la primera, pero creo que debemos de tomar un poco de conciencia y pararnos a pensar antes de gastar sin sentido. ¿Esto lo necesita? ¿Va a jugar con ello realmente? ¿Lo quiere de verdad? Porque no sé en vuestro caso, pero en el mío, tiene su habitación llena de cacharros. Es decir, habría que tirar alguno para meter los nuevos. Y sinceramente, no está ninguno para tirar, así que prefiero donarlos.
¿Y por qué no algo diferente?
Como en casa de los abuelos, es imposible negociar, intentamos que en casa tenga regalos diferentes a una juguetería entera. Por eso, aprovechamos para comprarle regalitos que le gustan menos (o le hacen menos ilusión) pero son más productivos. Como por ejemplo, un libro para leer por la noche antes de irse a dormir. Esto le encanta.
También algo de ropa para el fin de semana o incluso unas zapatillas de deporte. Hemos vuelto a lo clásico, al coche teledirigido, al balón y a la bicicleta. Nada de cacharros.
Y para regalar pues como siempre hemos optado por ropa para bebé hecha a mano.
¿Y tú? ¿Cómo afrontas el día de reyes con tus hijos? ¿Crees que Nos estamos pasando con los reyes?
Pásalo muy bien el día de reyes, disfruta en familia y ¡nos vemos a la vuelta!
Un besito,
Cris Rodríguez
– Mami fundadora y creativa de la firma de ropa para bebé hecha a mano capotinas.com –

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