Hace unas pocas semanas he dado a luz a mi segundo hijo en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y la experiencia no ha podido ser mejor como ya he comentado en artículos anteriores. Una de las razones principales ha sido que he dado a luz mediante parto natural sin epidural, algo que nunca jamás me había imaginado, que no había buscado y sobretodo que no tenía preparado. Vino así, sin más. Te cuento mi experiencia y por qué ha sido tan maravilloso, especialmente ahora que ya ha pasado, ajajaj
Mi primer parto en el HUCA fue también muy bueno pero nada que ver con este segundo. Con mi primer hijo, me pusieron epidural pese a que el parto fue muy rápido y tampoco noté muchos dolores, pero lo de este segundo ha superado cualquier pronóstico. Incluso a nosotros mismos. Ni en las mejores quinielas.
Antecedentes al parto natural sin epidural
Me he cuidado mucho, todo hay que decirlo. Durante todo el embarazo he cuidado la dieta, apenas he cogido mucho peso (mas allá de lo necesario para el buen desarrollo del bebé) y he caminado mucho. Digamos que no he parado ni un momento, vamos que he seguido con mi día a día habitual y eso cuando tienes un hijo de 3 años y medio en edad escolar implica mucho trabajo y estrés. Con todo y con eso, casi doy a luz en el salón de mi casa. Lo he contado aquí recientemente.
Cuando entramos por urgencias, me preguntaron si «estaba muy fastidiada» y les contesté con un «bueno…» bastante mudo.
Nadie diría, ni yo misma, que estaba de parto
Estuve unos minutos en la sala de espera en una silla de ruedas para pasar a exploración. Serían 3 ó 4 minutos, pero los pinchazos eran tremendos. Al rato, una celadora la mar de simpática corría empujando mi silla hacia el paritorio. Papá Capotinas hacía lo mismo con todos los trastos encima, zapatillas, jersey, bolso, bufanda, etc. Un show. De película americana.
Han pasado unos 10 minutos desde que entramos por urgencias y ya estoy en el paritorio, pienso que esto va para largo y les pido que me pongan «algo» porque los dolores y los pinchazos cuando vienen son de agárrate. No pido la epidural en concreto, sino «algo», lo que sea, para aguantar las 10 ó 20 horas que espero va a durar el parto.
«Cris, olvídate, no podemos ponerte nada»
Mi sorpresa viene cuando una enfermera majísima me dice: «Cris, olvídate, no podemos ponerte nada» no me quedó otra que agarrar el toro por los cuernos empujar y dejarme ir. Realmente nunca supe cuánto tiempo duraría el parto, porque tampoco me dijeron en ningún momento lo avanzado que estaba. ¿Cómo me voy a imaginar que estaba a punto de nacer? Al poco tiempo de repetirme por décima vez que no podían ponerme nada, me dieron la gran noticia: ¡Ya asoma la cabeza! ¡Ya está aquí! ¡Empuja Cris!

¿Cómo que nada? ¡no me puedes poner nada!
Pues así es, no me podían poner absolutamente nada, tal cual a pleno pulmón y a pecho descubierto como se suele decir. Yo no me lo podía creer, ¿cómo que no me podéis poner nada? Ponme algo en la vía (que por cierto quedó sin utilizar hasta que nos fuimos a casa), yo que sé, la epidural o lo que te de la gana porque estos dolores no los voy a aguantar tanto tiempo.
Las enfermeras, matronas y demás auxiliares me preguntan:
¿Cómo que tanto tiempo? ¡Si estás completa! El bebé está aquí.
No salíamos de nuestro asombro, especialmente porque hace media hora estábamos en casa preparando la cena y ahora estamos a punto de ver la carita de nuestro segundo retoño. Y así fue, en media hora nació nuestro bebé. Parto natural sin epidural. Porque vino así, porque ya no daba tiempo y porque era en ese justo momento y en ese día en concreto. Las enfermeras me decían que lo único que me podía aliviar era apretar y así fue. Un parto rápido, sin ningún tipo de anestesia ¡ni puntos siquiera! A modo de broma, me decían que podrían darme el alta a las pocas horas e irme para casa a terminar de cenar y embalar unas cajas que tenía en el salón.
Así da gusto
¿Lo mejor del parto natural sin epidural? El postparto y la recuperación
No hay color, de verdad. Con esto, no estoy diciendo que todas debamos tirarnos a la piscina y elegir un parto natural sin epidural, sino que a mí, que me ha venido de golpe y he probado los dos, os puedo asegurar que la recuperación es muchísimo más rápida y mejor en el natural que con epidural. Me lo confirmaron las enfermeras una vez que subimos a planta e incluso me acordaba que en las clases de preparación al parto, lo habíamos comentado con la matrona. Ninguna de las allí presentes se atrevió a decir que quería un parto natural sin epidural. Quién me lo iba a decir…
Además, al no tener puntos, la recuperación y mi movilidad tras al parto fue muy buena. Al día siguiente estaba cansada, muy cansada, pero era un cansancio diferente al que tuve con mi primer parto. Es radicalmente distinto.
Para que os hagáis una idea, en los dos días que estuvimos en el hospital solamente me dieron un ibuprofeno. Un lujo, tanto que dan ganas de tener otro, pero mejor vamos paso a paso con este segundo…jejeje. Hoy tras casi un mes del parto puedo decir que estoy como una rosa y me encuentro genial. ¿El bebé? Preciosísimo.
Desde aquí, una vez más, muchas gracias a todo el equipo de matronas, ginecólogos/as, auxiliares y enfermeras del HUCA.
¿Has dado a luz por parto natural sin epidural? ¿Cómo fue tu experiencia? Déjanos tus comentarios en este post.
Un besito,
Cris Rodríguez
– Mami fundadora y creativa de la firma de ropa para bebé hecha a mano capotinas.com –

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