Lo reconozco, yo también lo he hecho. Le he dejado el móvil o la tablet a nuestro bebé. Continuamente. Cada día a cada a cada hora, para comer, para cenar, para vestirse, para ir de viaje, en el autobús urbano, mientras tomamos algo o mientras cenamos con unos amigos. Lo sé, es un error y nunca pensé en los efectos negativos que ello tendría en el comportamiento y la salud de mi bebé.
Al principio parece un remedio sencillo, fácil y rápido para que deje de llorar. Lo tienes en la mano, a cada momento, sólo tienes que dárselo y por arte de magia ¡voilà! Deja de llorar o de montar la perreta. Esté donde esté, parece que todo el mundo a su alrededor se ha parado de repente y sólo existe una fijación: El móvil (o la Tablet)
El teléfono móvil, las tablets y los bebés
Durante los primeros meses de su vida, y hablo del tercer o cuarto mes, comenzamos a dejarle de vez en cuando el móvil mientras estábamos fuera de casa o la tableta mientras realizamos las tareas cotidianas más irrelevantes. Por ejemplo: Te pones a ver un ratito la tele y le das el teléfono a tu bebé para que encienda Youtube y vea cualquier vídeo chorra de unas bolas saltarinas de colores o un camión con un bebé que tira esas mismas bolas. Incluso también los encuentras de Peppa Pig, todo le sirve. En otras ocasiones, mientras te duchas o incluso mientras le da el desayuno, comida o cena, también se lo dejas. Por aquello de que “come mejor el pescado con los dibujos…”
A veces te dispones a salir de casa y tienes prisa, vas a buscarle y está montando el gran cirio, ¿solución? Vídeo en el móvil, fotos o Youtube. Lo que sea es válido para poder agilizar la situación y salir airosa. Otra situación se da cuando por fin llega el viernes y sales de trabajar, quedas con unos amigos para tomar algo en una terraza pero el bebé se pone a llorar ¿solución? La misma, el dichoso aparatito.
No cabe decir que esto sólo te sirve durante la primera semana de mes, ya que en cuanto lo coge el bebé te funde todos los datos en una tarde. Mientras el mes restante vas buscando como una loca una red wifi donde poder enchufar el Youtube del móvil. ¿Todo esto te suena verdad? Quizá sea parte de tu día a día o si no, lo terminará siendo. Sólo tienes que fijarte en los papás con niños a tu alrededor. La mayoría con el móvil.
Riesgos de utilizar el teléfono móvil por un bebé
Lo que te voy a contar es experiencia propia, sé que puede parecer poco creíble, pero así es. Durante estos meses, donde abusábamos del teléfono como herramienta disuasoria de enfados, riñas, lloros y perretas varias nos fuimos dando cuenta del cambio de actitud y comportamiento del bebé. Para empezar, comenzó a dormir muy mal, pero mal mal. Hasta el punto de despertarse todas las noches cada hora muy estresado, llorando, inquieto…era como que le costaba conciliar el sueño y mantenerlo. No nos explicábamos nada, ¿será una muela? Pensábamos…Nada más lejos de la realidad. Otro de los efectos que fuimos notando fue que el niño se volvió totalmente dependiente y obsesivo con el teléfono, hasta el punto de vernos e ir directamente a los bolsos a sacarlo. O incluso de no dejarte ni siquiera hablar por teléfono porque lo quería usar él. Estar así siendo tan pequeño es una auténtica locura. Era totalmente dependiente de él, para todo. Y hasta que no se lo dabas no dejaba de llorar. Incluso conocemos a muchos papás, cuyos hijos (pequeños) ya saben los códigos de desbloqueo del teléfono, así como buscar por el menú el icono de Youtube y visualizar sus videos favoritos.

La luz azul
Hace poco leía en un reportaje los efectos que tiene para la salud y el descanso nocturno la luz azul que emiten las pantallas de los dispositivos electrónicos (las TV también). Como algunos estudios demuestran, la visualización de estos aparatos antes de irse a dormir afectan sustancialmente a la calidad del sueño y el descanso, produciendo en muchos casos irritabilidad, estrés e insomnio. Los terminales último modelo ya incluyen funciones para alterar el brillo de las pantallas a determinadas horas de la noche.
Dicho y hecho, fue dejar de darle el móvil para todo al bebé y comenzar el cambio radical. Comenzó a dormir del tirón y sobretodo a estar muchísimo menos estresado durante el día. El cambio fue como de la noche al día, ya no era dependiente, digamos que se había “desintoxicado” de aparatejo y vivía más tranquilo. No era ninguna muela, era culpa nuestra, de sus padres ya que le estábamos creando una dependencia absoluta y una excusa para todo. ¿Quieres que coma bien? Dame el móvil. ¿Quieres que no moleste? Dame el móvil…y eso no puede ser.
La solución
Tras unas semanas de adaptación nos hemos pasado a los libros, mucho más constructivos, didácticos y aconsejables para su edad. Ahora es un auténtico fan del Pollo Pepe, La Cerdita Clea, El Pájaro Paco y el Perro López. Tanto es así que todas las noches los leemos uno por uno, con lo que si estás en nuestro caso no dudes en limitarle la utilización de dispositivos electrónicos y comenzar a probar este cambio. Lo notarás, estoy segura. Te lo dice una mamá que se levantaba entre 8 y 10 veces cada noche.
Lo agradeceréis tanto tú como él.
Tampoco te voy a mentir ni a vender ninguna película de color de rosa, cuando estamos en algún evento donde queremos estar un poco más tranquilos y él se pone de uñas no queda más remedio. Digo yo que media hora de relax podremos tener las madres… ¿o no?
¿Y tú le dejas muy a menudo el teléfono móvil al bebé?
Un besito,
Cris Rodríguez
– Mami fundadora y creativa de la firma de ropa para bebé hecha a mano capotinas.com –

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