La cara que se le queda a un padre cuando le dicen el sexo del bebé es ¡para enmarcar! Bueno y la de la mamá también claro, pero en mi caso reconozco que en el primer segundo fue un jarro de agua fría. En el segundo dos, ya estaba mirando bicis para comprarle.
¡Quería una nena a toda costa!, pero vino un nene. ¿Y cuál es el problema? Pues ninguno, bienvenido sea. El sexo del bebé es lo de menos, algo que te importa muchísimo…hasta que te lo dicen. A partir de ese día, comienzan los preparativos, el tema de elegir los colores y una gran travesía en el desierto:
¿Y qué color de cómoda queda mejor con la cenefa azul bebé, el papel de topos beige y el estore blanco? no digas blanco, no digas blanco, pensé sulfurado, Eh… ¿blanco? Dilema existencial, respuesta rápida y absurda intentando no transmitir lo que los hombres estamos pensando en ese momento: ¡Y yo que sé!
El sexo del bebé: Esa gran incógnita
Me causa una gran admiración aquellos padres que son capaces de aguantar hasta el parto sin saber el sexo del bebé, pero si yo no aguanto ni diez minutos cuando compro un regalo a alguien. Aunque el cumpleaños sea dentro de tres meses. ¡Cómo para aguantar 9!
Bueno, si lo piensas bien, se ahorran muchos quebraderos de cabeza, con el nombre, la habitación, las compras, el tema de los colores…Pero hay algo peor: ¡Los viajes a IKEA!
Da igual lo que tengas que hacer el sábado, ya sabes que a partir de las 14:00 toca visita a IKEA. Ármate de valor porque sin pena no hay gloria. Por lo menos hay una cosa buena, y es que la gloria te espera. Ese atracón para merendar después de esa maratón de preguntas sin respuesta sobre colores, distribuciones, tamaños y medidas.
Y fueron pasando los días…
Y fuimos asumiendo que venía un nene en camino. Todavía hay mucho tiempo para planear pensamos…que ilusos fuimos. Nuestro precioso Capotinas, nació antes de lo previsto, sin nada preparado. Como su papá, si si, el que escribe. Sietemesino de nacimiento.
La habitación sin montar, el color de la cómoda sin elegir, el papel sin pegar…en fin, un desastre. Si lo analizas bien, hasta que de verdad utiliza su habitación pasan muchos meses, sino años en algún caso. ¿Qué le importa al bebé tenerlo todo montado o a medias, si duerme en una mini cunita a tu lado?
Ya se lo que me vas a decir. Sí, entre mucho y poco hay un algo. Tienes razón, se nos fue de las manos por completo. Pero lo más importante lo teníamos: El nombre. Esto no es tarea fácil, especialmente cuando diferentes miembros de la familia toman cartas en el asunto. No puede ser Juan porque tu padre, tu abuelo y bisabuelo se llamaban Antonio. Pero tampoco Fermín porque me recuerda a un hermano que tenía tu tío el de Cáceres. ¿Y Martin? Muy moderno pero clásico a la vez. ¿Y Luca? Todo el mundo lo llamará Lucas. ¿Y Alejandro? ¿Alex o Alejandro? Ufff…¡ALTO! Paren el tren, me quiero bajar.
Mientras tanto mami….
Va haciéndose a la idea del sexo del bebé, pensando cómo será, si se parecerá al papá o a la mamá, si dará mucha guerra.. Son meses muy felices y si tienes un buen embarazo mejor. No digamos si te coge en verano para salir a dar un paseo, hacer algo de deporte o ir a la playa.
También debes tener en cuenta que cada día que pasa estarás más cansada, dormirás quizá algo peor y te costará todo más. Esto no es malo, sólo tienes que adaptar tu vida y tu rutina diaria al embarazo.
Piensa que ahora vais dos en el mismo barco.
Y papi…
Papi realmente está muerto de miedo. No tiene ni idea de lo que se le avecina, de cómo se ejerce de padre, ¿dónde se aprende? ¿hay alguna escuela para padres? Aunque lo disimula muy bien. Hace cómo que no pasa nada, pero está muerto de miedo. Aún así es una época muy bonita que hay que vivir, hay que sentir y si puedes hacerlo en pareja mejor. Son momentos preciosos y muy divertidos.
Al final aunque discutáis mil veces por el color de la cómoda o por si la alfombra la escogéis lavable en máquina o no, disfrutad. Disfrutad cada minuto que pase durante el embarazo porque esto es como las bodas:
Todo el mundo te dice: Disfruta que todo pasa muy rápido y tú no te lo crees. Yo no me lo creí y efectivamente, tenían razón.
¿Cómo fue tu experiencia al saber el sexo del bebé? ¿esperabas un niño o una niña? Coméntanos tu opinión en el blog de embarazo y bebé de Capotinas.

Papá Capotinas
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