Tengo que decirte que su primer viaje en coche fue una experiencia inolvidable para él y para nosotros. ¡Menudo viaje! Tan sólo fuimos a 100 kilómetros de distancia que no deberían habernos llevado más de hora y cuarto, pues bien, tardamos más de dos horas, llegamos con dolor de cabeza, estresados, enfadados, nerviosos y al borde de un ataque de pánico. Aprendimos muchas lecciones en ese corto viaje que nos sirvieron para los futuros. Toma buena nota de estos pequeños detalles para intentar, por lo menos, disfrutar del paisaje mientras viajas con tu bebé en el coche.
Comenzamos bien temprano, ya por la mañana con prisas, que si hay que vestirse los tres, que si hay que hacer las maletas, despertar al bebé, darle el desayuno, vestirle, coger su bolsa y demás. Ya sabes de lo que te hablo, #estresalahoradesalirdecasa
El desayuno fue el problema: La leche
A nuestro pequeño Capotinas no le di pecho durante su crianza, ese día, por tanto, desayunó el habitual bibi. Nos montamos en el coche y arrancamos tranquilamente. Primera prueba superada ¡ya estamos todos montados y en marcha! Tampoco es pa’tanto pensé…
Los primeros 30 kilómetros son de autopista y entre el motor del coche, la música de fondo y que aún es temprano, nuestro pequeño parecía quedarse dormido #nomelopuedocreer
La gozadera vino cuando, tras acabarse la autopista, comenzó la carretera nacional con curvas, sube marcha, baja marcha, acelera, frena…Como te puedes imaginar, a los pocos minutos de entrar en la nacional, su barrigota empezó a centrifugar todo el bibi que había desayunado, hasta que un tsunami de leche explotó dentro del coche. Por si fuera poco, él se asustó, comenzó a llorar y además estornudó. Demasiado pa’l body…
Toca parar, bajarse, limpiar lo que puedas, como puedas, con toallitas húmedas (que son mágicas, pero no tanto…) y sacar al pequeño de su silla. Cambiarle, tranquilizarle y vuelta a empezar el viaje. Aún quedaban 60 kilómetros de carretera nacional…
Tras varios viajes al mismo destino nos dimos cuenta que lo que de verdad le sentaba mal era el bibi justo antes de viajar. Es decir, despertarle, darle el bibi y subir al coche. Más grave aun cuando quería quedarse dormido y no lo lograba. Esto hace un efecto tormenta perfecta que siempre tiene el mismo desenlace #tsunamideleche.
Solución: Cuando fue creciendo, cambiamos la leche por unas galletas.
Cosas que aprendimos: Vital un espejo retrovisor para bebés
Nos habían hablado de él, pero no llegamos a comprarlo hasta que hicimos su primer viaje en coche. Tras ese día, tanto estrés acumulado, ese calorazo que te entra en pleno invierno y las horas que tardamos en llegar, optamos por comprarlo. Así, en caliente.
Es muy barato y lo venden en multitud de tiendas. Además, tiene un funcionamiento muy sencillo, se abrocha al reposacabezas de su asiento y tú mientras conduces, al mirar por tu retrovisor, ves su carita y cómo está tu bebé. Ya, no entiendes muy bien cómo funciona y es porque optamos por llevar su silla a contramarcha.
La silla contramarcha vital
Se han escrito ríos de tinta sobre la posición de las sillas de bebé en el coche. Nosotros lo tenemos clarísimo, desde el primer día y, si se puede, hasta que cumpla los 4 años irá con la silla a contramarcha. Hace poco, leí un artículo de Lucía mi Pediatra sobre ello muy interesante.
El RACE y la OCU así lo aconsejan en sus informes y estudios siendo mucho más seguro para el bebé viajar a contramarcha. Los estudios demuestran que, en caso de colisión, irán mucho más protegidos en esta posición que en dirección a la marcha.
Yo también creo que eso le afectó, y le afecta, a la hora de viajar. Incluso a mí me pasa cuando cojo el autobús urbano y viajo a contramarcha. Me bajo mucho más revuelta y mareada.
Kit de supervivencia en el maletero
En su primer viaje en coche nos dimos cuenta que íbamos sin medios. No llevábamos de ná, más allá que lo que iba en las maletas. Desde ese mismo día siempre llevamos una botella de agua mineral, 2.000 millones de toallitas húmedas, una pequeña toalla e incluso una muda limpia. Además de un paraguas tipo sombrilla de playa y una manta por si hace frío. Cuando se viaja con bebés o niños pequeños no se puede ir a la aventura. Tenemos que ir preparadas.
Ahora, visto desde la distancia lo recuerdo con cariño, pero te aseguro que ese día lo pasamos muy mal. Porque no estás acostumbrada a ese estrés de golpe, el bebé quieras o no, no lo está pasando bien y al final…dejas de disfrutar de un maravilloso día de viaje.
Seguro que tienes un montón de anécdotas. Cuenta, cuenta, ¿cómo fue tu primer viaje en coche con el bebé?
Cris Rodríguez
– Mami fundadora y creativa de la firma de ropa para bebé hecha a mano capotinas.com –

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